viernes, agosto 26, 2005

Noventa y dos


Llueve. Es seguro. Y no puedo sentirlo, carajo.
Ser translúcido es genial, a veces. No esta vez.
No hay forma en que esto mejore. Si no puedo sentir la lluvia, menos poderé sentir a Sara. Para qué encontrarla si no la puedo sentir, si voy a estirar el brazo y será como tocar un poste de luz.
No puedo sentir el olor de las gotas. Sólo puedo tocar el suelo, la calle. Ésa la puedo sentir.
Y el pelo de frito, y el olor asqueroso de mis recuerdos.
Los niños ríen y bailan bajo la lluvia. Levantan los brazos como en plegaria. Pero sólo es diversión.
Enciendo un cigarrillo. No se apaga, aunque las gotas lo golpean. Efecto secundario de mi insensibilidad, supongo. El humo no ayuda, aunque pudo sentirlo en los pulmones.
Translúcido. No soy totalmente invisible, o insensible. Pero el hecho de ser privado de algunas cosas, y no de todas, es lo que te hace sentir la pérdida.
Me pregunto si podré sentir a Sara. Quiero ser optimista, pero lo cierto es que no me sale.
El perro me mira un rato, pero al final se rinde. Se va con los niños a bailar. Ellos pueden sentir la lluvia.
Los niños. Recuerdos. Sensaciones. Claro.
Si ellos pueden sentir la lluvia, es que mi recuerdo aún no ha muerto estrellado contra un auto, o aplastado por el metro.
Quién de ellos, quién tendrá la llave. Sus dedos. Ahí está la clave.
Los agarro, bruscamente, les examino esos gusanitos tan pequeños que tienen al final de las manos. A uno le brillan. Le brillan los putos dedos.
No sé que hacer. Golpearlo? Pedirle que vuelva a mí? Cada día salen más niños para suplir las muertes diarias, y cada día mueren más, y cada día recuerdo menos. No sé como hacerlos volver. Ya no lo intento.
Pero quiero sentir la lluvia.
Ni siquiera abro la boca. Sólo lo miro y espero que me entienda. Creo que lo hace. Da igual. Sólo ayudo a mi pérdida. En cuanto el niño abre la boca, sus dedos dejan de brillar. Al rato se hace de agua. Translúcido. Luego se deshace y deja un charco en el suelo.
Tengo los dedos mojados. Y puedo sentirlo.
Creo que era importante. Pero ya no. Creo que lo olvidé.